¿Qué es el Neolítico?:
Es un
período bastante corto en relación a la Prehistoria, de 10.000 a 2.000 años a.
C. Neolítico significa «edad de la piedra nueva», es decir, la piedra
pulimentada, frente a la piedra tallada del Paleolítico. Durante estos miles de
años surgen la agricultura y la ganadería, y también las artesanías, como las
del tejido y el barro cocido.
REVOLUCIÓN NEOLÍTICA: Tras la
última glaciación (alrededor del año 10.000 a. de C.) tuvo lugar lo que se ha
dado en llamar la Revolución Neolítica, esto es, la revolución ocurrida en la
Nueva Edad de Piedra (neolítica es una palabra griega que quiere decir
"piedra nueva"). Aunque la gente del neolítico confeccionó un nuevo
tipo de hachas de piedra pulida, éste no fue el cambio más importante experimentado,
pues lo más destacado es que los grupos humanos comenzaron a dedicarse a la
agricultura y la ganadería y a vivir en poblados. Se inició entonces la segunda
etapa de la Prehistoria: el Neolítico. En Oriente Medio, los seres humanos
aprendieron a cultivar plantas y a domesticar animales. Posteriormente, en
China y en América otros pueblos también aprendieron por sí mismos estas
habilidades. En el resto del mundo, las técnicas agrícolas y ganaderas fueron
introducidas a través del contacto con otros pueblos.
POR AQUELLA ETAPA el hombre
realizó dos descubrimientos sensacionales que le permitieron asentarse en un
medio geográfico determinado y comenzar a dominarlo: la agricultura y la
domesticación de los animales.
En primer lugar, debió abandonar
la azarosa vida nómada del cazador puro, cambiando siempre de lugar en pos de
las piezas apetecidas, desarraigado de la tierra, sin otro bagaje que sus
armas, para trocarse en agricultor. En consecuencia, aparecen los primeros
poblados, las viviendas fijas, el primer bosquejo de aldea y de pueblo. En
Suiza ha sido posible reconstruir la situación y emplazamiento de numerosos
«palafitos», viviendas de troncos levantadas sobre el agua, a las cuales se
llegaba por medio de una canoa o de una pasarela que al retirarla dejaba
aisladas las viviendas de cualquier ataque enemigo, ya fuera de hombre o de
animales. En estas chozas construidas con materiales vegetales, sobre una
plataforma también vegetal, el hombre debió experimentar la primera sensación
de hogar, creado por sus propias manos.
El clima se había estabilizado.
Cesaron las bruscas y violentas glaciaciones seguidas de periodos atemperados,
y este hecho climatológico contribuyó a convertir al hombre en sedentario.
Los descubrimientos que hoy
pueden parecernos pueriles tuvieron en el periodo prehistórico una gran
importancia. Entre ellos se encuentra la invención de la cerámica, en su forma
más primitiva: la alfarería y de la rueda, mucho más posterior, pero realizada
ya en el Neolítico, de la artesanía del calzado y el vestido, siquiera fuese el
curtido de las pieles, etc.
El hombre, y de un modo especial
la mujer, aprendió a trabajar la tierra. Descubrió el trigo, la planta que ha
alimentado a la humanidad durante millares de años, y aprendió a guardarlo,
sembrarlo, recogerlo y, gracias al fuego, pudo cocer el pan.
Posiblemente, el descubrimiento
de la agricultura se debió a la observación de la naturaleza, cuando alguna
persona se dio cuenta de que, tras enterrar una semilla, nacía al poco tiempo
una planta. Las primeras especies agrícolas fueron el trigo en Oriente Medio y
Europa; el arroz y el mijo en Asia; y el maíz, la mandioca, las judías y las
papas en América.
REVOLUCIÓN AGRÍCOLA:
El verdadero cambio en este
período fue que la caza de animales y la recolección de plantas —actividades
que se realizaban para ganarse el sustento— dieron paso a la producción de
alimentos mediante la práctica sistemática de la agricultura. La siembra de
granos y vegetales proporcionó una oferta regular de comida, y la domesticación
de animales (como cabra, ganada, puerca y oveja) añadió una fuente continua de
carne, leche y fibras para vestir (como la lana).
También se pudieron emplear
grandes animales como bestias de carga. El aumento de cosechas y la
domesticación de animales productores de alimentos establecieron una nueva
relación entre los hombres y la naturaleza.
La capacidad de adquirir con
regularidad alimentos dio a los seres humanos un mayor control sobre su
ambiente. También les permitió abandonar sus hábitos de vida nómada, y comenzar
a vivir en comunidades asentadas.
La agricultura sistemática quizá
se desarrolló de manera independiente en cuatro distintas áreas del mundo entre
los años 8000 y 7000 a. de C. En cada una de estas zonas se cultivaron plantas
diferentes: trigo, cebada y lentejas en el Cercano Oriente; arroz y mijo en el
sur de Asia; mijo y camote en África occidental; y frijoles, papas y maíz en
Mesoamérica. En el Cercano Oriente, como en cualquier otra parte, la revolución
agrícola del Neolítico requirió la presencia de un ambiente favorable.
Al principio, las áreas elevadas
que se ubican arriba del Fértil Creciente (que en la actualidad corresponden al
norte de Iraq y al sur de Turquía) fueron más propicias para un cultivo
sistemático que las zonas de los valles ribereños. Aquella región recibía la
precipitación pluvial necesaria y era el lugar de origen de dos plantas
silvestres (el trigo y la cebada) y de cuatro especies de animales salvajes (el
puerco, las vacas, las cabras y las ovejas), que habrían de ser domesticadas
para beneficio del ser humano.
El asentamiento en poblados trajo
consigo la domesticación de diversos animales salvajes, los cuales dieron
origen a nuestros perros, caballos, bueyes, ovejas, etc. La domesticación de
animales debió producirse cuando algunas tribus descubrieron que era más cómodo
y eficaz mantener dentro del grupo a los animales que buscarlos y cazarlos. Las
principales especies animales domesticadas fueron la oveja, la cabra, la vaca,
el cerdo, el perro, el reno y el asno, dependiendo de las zonas.
Siguiendo una tradición iniciada
en el Mesolítico, durante el Neolítico, los cuchillos, raspadores y puntas de
flecha, entre otros utensilios, se fabricaron casi siempre con sílex. La
adopción del modo de vida agrario, sin embargo, exigió al Homo sapiens ingeniar
nuevas herramientas. Incrustando dientes de sílex en piezas de madera o
cuernos, por ejemplo, se elaboraron las primeras hoces destinadas a la cosecha,
y uniendo hachas de piedra a un palo resistente, se crearon las más primitivas
azadas. El aprovechamiento de los huesos y las cornamentas de los animales, por
otra parte, también se mantuvo respecto a épocas anteriores y, gracias a estos
materiales, se fabricaron arpones para la pesca y azagayas para la caza -dos
actividades que, pese al desarrollo de la agricultura y la ganadería, siguieron
practicándose con frecuencia-, así como espátulas y palas para cavar, punzones
para perforar y agujas para coser. Una dieta a base de cereales Los morteros
del Neolítico no eran muy distintos de los que se utilizan en nuestros días. El
grano se echaba en un recipiente cóncavo y se machacaba con otra piedra hasta
obtener su harina. El consumo de cereales, ricos en carbohidratos y proteínas,
mejoró notablemente la dieta del Homo sapiens y contribuyó a alargar su
esperanza de vida. Mortero hallado en Palestina.
OTROS CAMBIOS: Restos de vasijas
y vasos de todas formas y tamaños se encuentran junto a los enterramientos de
esta época. Pero aquellos hombres no solamente fabricaban vasijas sino que
comenzaban ya a adornarlas con bellos motivos geométricos. En algunos casos el
adorno en forma de greca lo conseguían arrollando una cuerda alrededor del
recipiente cuando el barro estaba húmedo.
Las primeras manifestaciones
religiosas indudables las encontramos en el culto a los muertos. Los deudos y amigos
eran enterrados en vasijas de barro, en posición fetal, en cuclillas, rodeada
de todos los utensilios que habían empleado en vida. Pero las manifestaciones
más impresionantes de esta edad verdaderamente progresiva, las encontramos en
los monumentos megalíticos por lo que tienen de espectacularidad, más que por
su significación como progreso real y práctico. En las cercanías de Stonehenge,
en el oeste de Inglaterra, en el centro de una llanura azotada por los vientos,
se levanta una de las construcciones más impresionantes que ha concebido el
hombre. Gran número de piedras enormes, unas enhiestas como obeliscos, otras
colocadas a modo de losas o cubiertas sobre las verticales y formando el
conjunto una serie de círculos amplísimos, de una belleza y majestad
sobrecogedoras, integran la obra. Estas construcciones megalíticas («grandes
piedras») datan de unos 1.900 años antes de J. C., cuando las Islas Británicas
se encontraban en plena Prehistoria. Sorprende considerar que en los
alrededores del lugar donde está emplazado el monumento de Stonehenge no hay
canteras, y que las más próximas se encuentran situadas a unos 250 km. ¿Cómo
pudieron trasladar bloques tan enormes, y qué significado dieron a esta
construcción original?
Una revolución
"espiritual" La construcción de sepulturas colectivas y edificios
ceremoniales, que aparece documentada desde finales del Neolítico tanto en Asia
y Europa como en América -los primeros templos americanos datan del Periodo
Inicial-, está muy relacionada con el desarrollo de sociedades cada vez más
organizadas y complejas. De ellas surgirían las primeras civilizaciones. Dolmen
de Chianca, en Italia.
El hombre del Neolítico llegó a
dominar la técnica de la piedra, como si apurara todas las posibilidades de
este material antes de descubrir otro mejor. Enormes monumentos formados por
bloques colosales y, al mismo tiempo, perfectísimas armas, puntas de lanza,
hojas de hacha, de piedra pulida, finísima, afilada incluso, caracterizan este
momento de la Prehistoria.
LA REVOLUCIÓN AGRÍCOLA Y TÉCNICA
DEL NEOLÍTICO: La revolución agrícola del Neolítico tuvo consecuencias de largo
alcance. Una vez que la gente se hubo asentado en villas o ciudades,
construyeron casas para protegerse, así como otro tipo de estructuras dedicadas
al almacenamiento de bienes. Como comunidades organizadas, almacenaron alimentos,
acumularon bienes materiales y comenzaron a practicar el comercio. La gente
comenzó también a especializarse en ciertos oficios, por lo que se desarrolló
la división del trabajo. La alfarería se fabricó con arcilla y se endureció al
fuego.
Las vasijas se utilizaron para
cocinar y para almacenar granos. Las cestas tejidas también se usaron para
almacenamiento. Las herramientas de piedra se refinaron, conforme se utilizaban
cuchillos de pedernal en la fabricación de hoces y azadones para su uso en la labranza.
En el transcurso de la Era Neolítica, gran parte de las plantas alimenticias
que están todavía hoy en uso se comenzaron a cultivar. Más aún, fibras
vegetales provenientes de plantas como el lino y el algodón se usaron para
producir los hilos con que se tejía la ropa. El cambio hacia una agricultura
sistemática experimentado en la Era Neolítica también tuvo consecuencias en la
relación entre el hombre y la mujer. Los varones asumieron la responsabilidad
principal de trabajar en los campos y de domesticar los animales, actividades
que los mantenían alejados de la casa.
La mujer permanecía a la zaga,
cuidando a los niños y tejiendo ropa, elaborando queso a partir de la leche y
llevando a cabo otras tareas que requerían hacer mucho trabajo en un solo lugar.
Con el tiempo, conforme el trabajo realizado fuera de la casa se percibió cada
vez más como de mayor trascendencia que el hecho en casa, los varones
comenzaron a asumir el papel dominante en la sociedad, patrón básico que
continuaría hasta nuestros días. Otros patrones establecidos en la Era
Neolítica llegarían también a convertirse en elementos perdurables de la
historia humana. Los asentamientos fijos, la domesticación de animales, las
actividades agrícolas regulares, la división del trabajo, el ejercicio del
poder por parte del hombre forman parte de la historia del ser humano.
En la medida en que la riqueza
aumentaba, esas sociedades principiaban a desarrollar ejércitos y a construir
ciudades amuralladas. Al inicio de la Edad de Bronce, las concentraciones de
cada vez más personas alrededor de los valles ribereños de Mesopotamia y Egipto
estaban dando origen a un nuevo modelo de vida humana.
http://www.portalplanetasedna.com.ar/neolitico.htm
TALLER
Define que es el neolítico
2. cuales fueron los dos descubrimientos que permitieron asentarse al hombre y por que?
3. En que influye el cambio climático en el asentamiento del hombre?
4. Como fue el posible descubrimiento de la agricultura?
5. Cual fue el descubiertamente alimenticio del hombre, especialmente de la mujer?
6. Como se cree que se descubre la agricultura?
7. analiza la siguiente frase: " la domesticación de animales debió producirse cuando algunas tribus descubrieron que era mas cómo y eficaz mantener dentro del grupo a los animales que buscarlos y cazarlos, mínimo 20 renglones.
8. Cual es la importancia de la división del trabajo? argumenta
9. Cual era la actividad del hombre y la mujer en el neolítico?, que diferencias o similitudes encuentras en la actualidad?
10. Realiza un ensayo de una hoja de blog donde argumentes la importancia del neolítico para nuestra vida actual.